sábado, 13 de marzo de 2010

Réquiem por un Castellano

Ayer nos despertamos con la absurda noticia de que Miguel Delibes había dejado de respirar el mismo aire que nosotros. Había dejado, después de 89 años, los campos de cereal y los vientos castellanos para tener su merecido descanso en aquel lugar reservado a los más grandes. Hoy Miguel tiene escrito su nombre con letras de oro al lado del de Cervantes, Zorrilla, Tirso o Lope. Ha ocupado el lugar que la historia le reservaba.
Y eso es todo lo que puedo decir. Apenas leí un par de sus novelas. No era uno de mis favoritos. No se realmente casi nada de su vida ni de su obra. Sólo se que era un hombre sabio y tranquilo que vivió su vida como quiso. Y eso es mucho más de lo que se puede decir de la mayoría.
Escribo esto, a pesar de que realmente no quién fue Miguel Delibes. Pero, pardiez, era de los nuestros.

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