lunes, 26 de abril de 2010

Transgénicos (II)

Hoy sí hablaremos de los aspectos ecológicos, donde al contrario que en el anterior escrito, sí que voy a dar la razón (en gran parte) a los ecologistas.
Voy a tratar de explicarlo de forma sencilla:
Si yo meto a una cepa de maiz un gen que le proporciona, digamos, resistencia a los insectos, y cultivo esa cepa de maiz en el campo, logicamente estoy introduciendo en el ecosistema algo que no debería estar ahí. Como es lógico, esa cepa de maiz transgénica, se verá favorecida por la selección natural y acabará desplazando a otras cepas "silvestres" (nótense las comillas) menos resistentes. Cuando apenas queden cepas de maiz sensibles al insecto, éste no tendrá qué comer y entonces pueden ocurrir tres cosas, a saber:
a) El insecto desarrollará una resistencia. Esto, de entrada, no es excesivamente dañino, pero cuidado, no debemos perder de vista los problemas cada vez más grandes que tenemos, por ejemplo con enfermedades resistentes a antibióticos. No sería deseable que pasara lo mismo.
b) El insecto se empezará a comer otra cosa. Creo que no hace falta explicar el enorme desequilibrio ecológico que esto provocaría, al alterar la cadena trófica en un punto clave como es un consumidor primario (un herbívoro)
c) El insecto se extinguiría. Esto generaría las mismas complicaciones que en el caso anterior.
Resultados indeseables en todos los casos. Ahora bien, siempre podemos idear sistemas para evitar que nuestra planta transgénica, tenga un gran impacto ambiental. En un alarde de inconsistencia científica, greenpeace, por ejemplo, propone que se decreten unas distancias mínimas entre cultivos transgénicos y lo que ellos llaman "cultivos naturales". Esto sin más es absurdo. Tarde o temprano habrá cruce o dispersión de las semillas o del polen.
La solución más efectiva, pasa por la propia biotecnología. Seguro que todos hemos oído hablar de los genes "terminator". Esencialmente son otros genes que podemos introducir en nuestra planta, y que evitan que sus semillas sean viables en la segunda generación. De este modo, aunque haya cruces, o riesgo de invasión por parte de nuestro cultivo, al final quedará en nada.
Esta brillante estrategia tiene, como cabría esperar, su lado oscuro (muy oscuro). Para empezar, quizá sea útil para plantas de temporada, pero no lo es para animales, ni por supuesto, para microorganismos (lo que es una putada, puesto que impide que se puedan usar bacterias transgénicas para procesos de descontaminación de suelos, aguas, etc., de un modo mucho más eficaz).
Pero sin duda, el aspecto más negro de los genes "Terminator" es que generan al agricultor una enorme dependencia de la multinacional de turno, a la que debe comprarle semillas todos los años. Si a esto sumamos que algunas plantas transgénicas, por sus características, inhabilitan el suelo para producir cualquier otra cosa durante varios años... pues podéis imaginar lo bonito de la jugada.
Sin embargo, de las posibles implicaciones socioeconómicas que pueda tener el uso de transgénicos, y de si realmente son una solución para el hambre en el mundo, hablaremos otro día.

sábado, 24 de abril de 2010

Transgénicos

Se define como transgénico cualquier ser vivo cuyo contenido genético haya sido modificado mediante ingeniería genética. Así pues, en esta categoría, pueden entrar esencialmente casi todos los microorganismos dedicados a investigación, y muchísimos animales y plantas dedicados a los mismo.
Hagamos un poco de historia.
Desde el inicio de la agricultura y la ganadería, hace 10000 años, el hombre ha tratado siempre de modificar sus cultivos y sus animales para que produzcan más y mejor alimento. Hasta el siglo XX esto se hacía exclusivamente por selección de cepas y cruzamiento, lo que conseguía que aunque se obtuvieran cepas con características muy buenas, simplemente por las propias leyes de la herencia, en la siguiente generación, se obtuviera una variedad muy elevada. De este modo, hacían falta muchas generaciones para lograr mejoras realmente sustaciales en la producción.
En el siglo XX se descubre el material genético y su función biológica, y ya entonces, la selección y mejora de seres vivos, se empieza a hacer desde esta perspectiva integradora de la genética. Finalmente, en los años 70, aparece la tecnología del ADN recombinante, que esencialmente permite introducir y expresar en un organismo genes que previamente no estaban ahí. Y entonces llegó la revolución.
Una de las primeras cosas que se hizo con esta tecnología fue meter dentro de una bacteria el gen de la insulina humana, consiguiendo de este modo tener grandes cantidades de insulina disponibles y encima altamente purificada. Desde entonces, los diabéticos han multiplicado por infinito su calidad y su esperanza de vida. Curiosamente nadie puso pegas a que se hiciera usando transgénicos.
Otro de los grandes avances fue la producción de la hormona del crecimiento por métodos similares, y más recientemente la producción de la vacuna contra la hepatitis B. Pero la cosa no acaba ahí. Cientos de antibióticos y fármacos, se producen gracias a transgénicos. Es decir, en la industria farmaceútica, los transgénicos están a la orden del día y a nadie parece importarle. Es más. Nadie se pregunta acerca de la seguridad de estos productos, ni de sus efectos, porque por alguna razón se da por hecho que siendo fármacos, deben poder dar problemas. Nada más lejos de la realidad.
Por otra parte, y esto los ecologistas no lo dicen, todos los famosos bioplásticos, biocombustibles y biocosas con las que se les suele hacer el culo gaseosa, están producidos gracias a microorganismos transgénicos y a nadie parece importarle, porque al fin y al cabo, las cosas transgénicas, son microorganismos, que como no se ven, no deben ser nada importantes.
Sin embargo, haga usted lo mismo en una planta de maiz y se llevarán las manos a la cabeza.
Bien, la primera punta de lanza contra los transgénicos es su impacto en la salud alimentaria. Recientemente el brillante presidente boliviano, nos ha descubierto para nuestro horror que el pollo alimentado con hormonas provoca homosexualidad. ¡Y que los transgénicos provocan calvicie! Cielo santo, y nosotros aquí pensando que era una cuestión hereditaria...
Ahora la cuestión es... si ingerimos transgénicos... ¿qué estamos ingiriendo? ADN, Proteínas, Lípidos, Glúcidos, Sales y Agua. Absolutamente nada que no tuviera la manzana del pecado original. ¿Por qué son tan peligrosos entonces? Hombre, nos dice greenpeace, pueden provocar alergias o producir sustancias tóxicas. Es decir, nada que no hagan los cacahuetes, por ejemplo. No, no, insistirán, pero es que no se han probado sus efectos sobre la salud a largo plazo. Y yo me pregunto... ¿acaso alguien ha comprobado los efectos del bistec de ternera?
El argumento de la seguridad alimentaria es una falacia. Cualquier cosa que uno coma tiene un riesgo potencial, pero es que en el caso de los transgénicos, este riesgo está (o debería estar) mucho más controlado. Ahora bien, el consumidor debería saber lo que come, de modo que sería muy recomendable hacer una legislación estricta sobre etiquetado, que obligue a etiquetar como transgénicos aquellos productos que lo sean.
Como ejemplo, algo que me ha parecido muy curioso siempre. En la agricultura ecológica, el único insecticida que está permitido usar es una bacteria llamada Bacillus Thurigiensis, habitante habitual del suelo, que produce delta-endotoxina, esencialmente una proteína que literalmente "se come" el tubo digestivo de los insectos, de modo que mueren por inanición. Usar un ser vivo para protegerse de otro. Tan viejo como la vida misma y muy aplaudido. Ahora bien, si cogemos el gen de la endotoxina y se lo metemos a la planta para que lo exprese ella misma, disminuyendo los costes y aumentando el rendimiento, entonces se convierte en algo diabólico.
La cuestión es... será peor para la salud que lo produzca la planta o que simplemente la rociemos con el insecticida. Desde mi punto de vista, da exáctamente igual. Y prefiero eso, a cualquier organoclorado o a cualquier hidracina o cualquier otro insecticida químico.
Otra cosa son los aspectos ecológicos... pero de eso, hablaremos otro día

Nos sobra corazón

He aquí un malogrado rocanrol para iniciar el ENL. Se cayó del montaje final por el exceso de tiempo. Bueno, ahí os queda. Lástima que no tenga una grabación, pero os tendréis que conformar con la letra. Mañana (quizá) hable del pollo que no quiere comer Evo Morales, y de transgénicos en general.


Todo empezó con un sueño,
la vida era fácil sobre el escenario.
Fuimos creciendo y cambiando
entre Shakespeare y Lorca, Chejov, Calderón.
Y si faltó talento, sobraba corazón.
Y si faltó talento, sobraba corazón.

Lanzamos palabras al viento
y quizás alguna pegó en la diana.
Hicimos lo que nos dio la gana,
hacer reír o llorar, nos daba igual.
Siempre tuvimos cosas que contar.
Siempre tuvimos cosas que contar.

Quisimos tocar el cielo,
quisimos ponernos la miel en los labios,
fuimos haciéndonos más sabios
y vimos lo fácil que era fracasar.
Pero no dejamos que nos echara atrás.
Pero no dejamos que nos echara atrás.

Emborrachándonos de aplausos,
pudimos tocar de cerca la gloria
supimos conservar la memoria.
y no olvidar de dónde salimos.
El éxito no nos emborrona el camino.
El éxito no nos emborrona el camino.

Somos los sacerdotes de un ritual
que rinde culto a la humanidad
el escenario es el altar donde todo es posible
y nada es sagrado.
Una religión sin dogmas ni papado.
Una religión sin dogmas ni papado.

Porque el teatro es nuestro sueño
es nuestra vida, es nuestro credo,
es nuestro ser, nuestra religión.
Y si nos falta cabeza, nos sobra corazón.
Y si nos falta cabeza, nos sobra corazón.
Y si nos faltan certezas, nos sobra corazón
Y si nos falta de todo (de todo, de todo)
Y si nos falta de todo (de todo, de todo)
Y si nos falta de todo nos sobra corazón.

jueves, 22 de abril de 2010

Villalar

Feliz día de los comuneros (sí, sí, ya sé que es mañana, pero mañana no sé si podré entrar y escribir).
Bueno, de entrada un poquito de historia.
La revuelta de los comuneros tuvo lugar entre los años 1520 y 1522, y sobre ella subsisten varias interpretaciones, que oscilan entre quienes la consideran la primera de las revoluciones burguesas y quienes la consideran un alzamiento retrógrado y de caracter casi totalmente localista. Sea como sea, el caso es que tras la muerte de Isabel la Católica en 1504, Castilla queda en una situación casi de desgobierno que se arrastra hasta que en 1516, el emperador Carlos I, reclama su papel de heredero y se corona en flandes. Un año más tarde, llega a Castilla sin hablar apenas castellano y con un séquito y una corte de extranjeros bastante cerrada, que inmediatamente despierta el recelo de los nobles castellanos que se veían perdiendo influencia rápidamente. Este recelo se va transmitiendo a las capas populares (ya sabéis cómo somos en castilla, celosos de nuestros señores hasta la muerte) y cuando en 1520 el rey se marcha a Alemania y nos deja como regalito una subida de impuestos para pagarse los gastos de su coronación, se producen alzamientos en varias ciudades del reino, que desembocan en una guerra abierta. Los comuneros, se llamaban así por estar dirigidos por líderes locales, principalmente hombres de leyes, comerciantes y artesanos, y en un principio al menos, reivindicaron autonomía para las ciudades castellanas en un régimen similar al que tenían muchas ciudades-estado del mediterráneo. Como esto no cuajó, decidieron ofrecer su lealtar a Juana la Loca, quien pasó bastante de ellos. Tras ello, se organizaron en una Junta, con representación de las ciudades que participaban en el alzamiento, y cuya capital, con las sucesivas derrotas se fue trasladando de Toledo a Ávila, luego Tordesilla y finalmente Valladolid. Poco a poco algunas ciudades, como Burgos, dieron marcha atrás y devolvieron su apoyo al emperador. Y por fin, un 23 de abril de 1521, las tropas imperiales destrozaron al ejército comunero en Villalar, y allí mismo dieron muerte a los tres principales líderes del movimiento: Juan Bravo (perteneciente al patriciado de Segovia), Juan Padilla (hidalgo toledano) y Francisco Maldonado (primo de Pedro Maldonado, regidor de Salamanca). Menos de un año más tarde, el movimiento moría definitivamente en Toledo.
Las consecuencias fueron desastrosas para Castilla. Para empezar fue el triunfo de la monarquía autoritaria contra el sistema imperante hasta la fecha en el que el verdadero poder residía en la baja nobleza. Fue el triunfo del centralismo frente al reparto de poder que tenían los pequeños condados y ciudades hasta entonces. Y fue el principio del fin del dominio de Castilla la Vieja en la economía de la Corona Española. El rey mandó coser a impuestos a los ciudadanos de las ciudades rebeldes para indemnizar de los gastos de la guerra a los nobles y ciudades que se mantuvieron fieles a él.

Y de ahí a 1976, día en que se celebra por primera vez la conmemoración de la batalla, principalmente como un acto autonomista por la libertad, la democracia y para reivindicar el autogobierno de la región. Pero de eso no voy a hablar, sino que os remito a un fantástico artículo (aunque un poco sesgado hacia la derecha, para que negarlo) del Norte de Castilla:
http://www.nortecastilla.es/v/20100422/castilla-leon/anos-reivindicacion-fiesta-comunera-20100422.html

Y eso es todo. Hace 489 años parece ser que nos miró un tuerto y Castilla ha perdido todas las batallas desde entonces.

miércoles, 21 de abril de 2010

Do Mayor

Dos viejos matones en escena, fuman o beben o hacen la clase de cosas que hacen los matones cuando no tienen nada que hacer... Lo sé, lo sé. Ahora todos estáis pensando en que se masturben pero podría ser un poco excesivo. Sus nombres, Johnny y Bob.


BOB: Créeme Johnny, lo recuerdo muy bien. Días de vino y rosas, cuando disparaba este trasto (una pistola) quince o veinte veces al día. ¡Ah! ¡Qué armónico sonido!

JOHNNY: Y a pesar de ello, Bob, no tienes razón. Yo también he disparado cientos de veces este trasto, y te digo que no tienes razón.

BOB: ¿Me estás diciendo, Johnny, que no tengo razón?

JOHNNY: Te estoy diciendo, Bob, que no tienes razón.

BOB: ¡Ah, Johnny! Con lo que tú has sido. Tú, que eras capaz de hacer música con el chasquido de las costillas al romperse. Tú, que eras capaz arrancar arpegios que los chillidos de tus víctimas. Tú, Johnny, ¿me estás diciendo que esto… (dispara) es un Do mayor?

JOHNNY: Te estoy diciendo, Bob, que esto… (dispara) es un Do mayor.

BOB: ¿Un jodido Do mayor, Johnny?

JOHNNY: Un jodido Do mayor, Bob.

BOB: Joder, Johnny. ¿Me lo estás diciendo en serio?

JOHNNY: Joder, Bob. Te lo estoy diciendo en serio.

BOB: Joder Johnny. ¿Me estás diciendo que esto… (dispara) no es un Re disminuido, sino un jodido Do mayor?

JOHNNY: Joder, Bob. Te estoy diciendo que esto… (dispara) no es un Re disminuído, sino un jodido Do mayor.

BOB: Joder, Johnny. ¿Puedes dejar de repetir todo lo que digo?

JOHNNY: Joder Bob. Vale.

BOB: ¡Ah, Johnny! Con lo que tú has sido. Tú que nunca pegabas a orientales porque su escala era pentatónica. Tú que…

JOHNNY: Ahórrate la saliva, Bob. Es un jodido Do mayor. Y cualquiera que le hubiera partido a alguien una guitarra en la cabeza lo sabría.

BOB: ¿Una guitarra en la cabeza? Yo he llegado a golpear a gente en la cabeza con un contrabajo hasta reducirlo a astillas y luego se las he clavado en los ojos. Así que si te digo que es un jodido Re disminuído, sé de lo que hablo, Johnny.

JOHNNY: Y yo, Bob, yo he desollado vivo a un tipo con un flautín y me he hecho una gaita con su piel. Así que si te digo que es un jodido Do mayor, sé de lo que hablo.

BOB: Joder, Johnny. ¿Tú te acuerdas de Harry, "el afinador"?

JOHNNY: ¿El tipo que arrancaba muelas para fabricar maracas, Bob?

BOB: El mismo, Johnny. Se empeñó en sostener que las series atonales son música.

JOHNNY: Menuda estupidez, Bob.

BOB: Eso dije yo, Johnny. Tuve que obligarle a escuchar a Schönberg durante 10 días seguidos. Después de aquello... no volvió a ser el mismo.

JOHNNY: ¿Es una amenaza, Bob?

BOB: No, Johnny, sólo trato de mostrarte que algunas opiniones pueden ser peligrosas.

JOHNNY: ¿Como decir que esto... (dispara) es un jodido Do mayor?

BOB: ¡Es un jodido Re disminuído! (dispara)

JOHNNY: (Hablando a la vez que Bob) Un Do Mayor (dispara) ¡Es un puto Do mayor, joder! (dispara)

BOB: (Hablando a la vez que Johnny) ¡Es... (dispara) un... (dispara) puto... (dispara) Re disminuido! (Dispara a Johnny, que muere) Te lo advertí, Johnny. No se puede ir por ahí con la pistola desafinada.

FRANK: (Entrando) ¿Se puede saber qué es todo este jale... ¡oh! ¡Johnny! ¿Qué ha pasado, Bob?

BOB: Dime una sola cosa, Frank. (dispara) ¿Qué jodida nota es esta?

FRANK: (Tragando saliva, responde asustado) Un Do Mayor, Bob.

BOB: Un Do mayor, Frank...

FRANK: Ssssí. Bob. (Bob le apunta) Vale, vale, espera Bob, igual me he equivocado... dame otra oportunidad, ¿sí? (Saca un diapasón del bolsillo y lo hace sonar. Bob dispara el arma).

BOB: ¡Oh Dios mio! ¡Es cierto! Es un jodido Do Mayor!

FRANK: Eso parece, Bob.

BOB: Johnny tenía razón, Frank. Dios mío. (Sacudiendo la cabeza) ¿Qué he hecho, Frank?

FRANK: Le has matado, Bob.

BOB: Lo sé, Frank. Era una pregunta retórica.

FRANK: Claro, Bob.

BOB: ¿Sabes, Frank? Durante toda la vida, he disparado este trasto a la cara de cientos de hijos de puta. Y cada vez que lo disparaba, en mi cabeza, resonaban los dulces armónicos de un Re disminuído. Pero era un Do mayor. Y ahora todo carece de sentido. Toda mi vida ha sido una mentira, Frank. Vuelve a tocar el diapasón, Frank (Frank lo hace) ¡Ah... era un maldito Do mayor! (Se coloca la pistola en la sien y se dispara).

FRANK: (Mira en silencio los dos cadáveres. Arruga la frente y vuelve a hacer sonar el diapasón.) Pues a mi me suena más a si bemol...

JOHNNY y BOB: (Se incorporan de repente) ¡Do mayor, estúpido! (Le disparan. Mueren todos)

martes, 20 de abril de 2010

Recortes de escenas

Bueno, ahí va un pequeño texto para el ENL, que finalmente no se hizo. Como tengo poco tiempo últimamente por todo el rollo de estudiar, os lo dejo ahí para el regocijo de la muchachada.


NARRADOR: Desde el principio de los tiempos, la historia de la humanidad ha avanzado siempre movida por tres fuerzas fundamentales, inherentes a la naturaleza humana. La primera es la sed de progreso. (Un grupo de trogloditas salen tirando un hueso al aire y cantando "Así habló Zarathustra")

La segunda es la necesidad fisiológica de introducir fragmentos del cuerpo propio en lugares cálidos y húmedos de cuerpos ajenos. (Los mismos trogloditas de antes intentan meterse los dedos en la boca, en la nariz, en las orejas unos a otros). Aunque descubrir la forma apropiada de hacerlo, llevó algún tiempo.

Y la tercera se resume en tener ganas de joder al prójimo. (Dos de los trogloditas se quedan en escena en silencio uno al lado del otro. Pasan 10 segundos de tensión y de repente uno de pega un susto al otro, que se muere ante el despiporre general).

Es sin duda en este tercer ámbito donde el hombre ha hecho sus mayores progresos. Desde las formas más primitivas de tocar los huevos en el paleolítico, (Un troglodita camina despreocupadamente y de repente otro le pone la zancadilla y el primero se esmoña ante el descojone del resto), el ser humano ha ido desarrollando formas más y más sofisticadas de putear a sus vecinos. (Los mismos dos trogloditas. Uno le señala una mancha al otro en el pecho y cuando mira, le da con el dedo. Luego el segundo le señala una mancha al primero y cuando mira, le arrea un tortazo que lo tumba).

Pronto, este sistema primitivo de puteo se quedó pequeño para las crecientes necesidades de joder que tenían los seres humanos. Entonces el hombre, se inventó la ley.

(Aparece Moises con las tablas de la alianza ante la perplejidad del pueblo, y probablemente también del público)

MOISES: Mirad, pueblo de Israel. Yo Moisés, subí a la montaña, y hablé con Dios, quien puso sobre esta piedra el pacto sagrado de nuestro pueblo. Acercáos y contemplad. (Uno de los judíos se acerca maravillado y Moises le parte la tabla en la cabeza, para el descojone y el recochineo general).

NARRADOR: Ya en aquellos tiempos, empezaba a despuntar un nuevo concepto: el espectáculo, que esencialmente consistía en joder al resto delante de los demás y de un modo socialmente aceptable.

(Aparece Julio César)

JULIO: Yo, Julio César, declaro: ¡Que empiece el circo!

NARRADOR: Ah, el circo. Qué gran invento. Sobre todo al principio, cuando todavía eran los cristianos los que corrían delante de los leones. Después los leones empezaron a engordar, y los cristianos pasaban demasiada hambre... Fue el fin del circo. No obstante pronto se abrió una nueva era que, al amparo del cristianismo primero, y del islam más tarde, devolvió a la gente las ganas de joder a sus semejantes.

(Un montón de cristianos y musulmanes salen gritándo: ¡Bruja! ¡Infiel! ¡Hereje! ¡Cara culo!)

NARRADOR: En fin... siglos y siglos de maravillosos avances en materia de joder al personal... el cilicio, el burka, la dama de hierro, la guillotina, la bomba nuclear, el fósforo blanco, windows vista... (suspira, satisfecho). Hoy, en la era altamente sofisticada en la que vivimos, hemos aprendido grandes formas de joder a los demás. Las nuevas tecnologías te permiten joder a alguien sin necesidad de estar cerca de él, y de las formas más imaginativas posibles.

(Un tipo duerme en una cama. Aparece el narrador y, al fondo, PACO, con un móvil)

NARRADOR: Lunes. 2.34 de la madrugada.

(Suena el móvil)

TIO DORMIDO: ¿Sí?

PACO: ¡Hola! ¿Está Paco?

TIO DORMIDO: No, no hay ningún Paco. Se ha equivocado.

PACO: ¿Seguro?

TIO DORMIDO: Sí

PACO: Ah, perdone...

(Cuelga. Vuelve a dormir)

NARRADOR: Martes. 3:10 de la madrugada.

(Suena el móvil)

TIO DORMIDO: ¿Sí?

PACO: ¡Hola! ¿Está Paco?

TIO DORMIDO: ¡No, no vive aquí! ¡Ya te lo dije ayer! Y son las 3 de la mañana.

PACO: Y no le puede dar un recado?

TIO DORMIDO: ¿Pero no me ha oído? ¡Que no conozco a ningún Paco!

PACO: Ah, perdone, eh... perdone.

(Cuelga. Vuelve a dormir)

NARRADOR: Miércoles 3:32 de la madrugada.

(Suena el móvil. El TIO DORMIDO se incorpora muy lentamente, mira la hora y contesta con voz cavernosa)

TIO DORMIDO: ¿Sí?

PACO: ¡Hola! ¿Está Paco?

TIO DORMIDO: Me cago en tu puta madre cabrón... (Cuelga. Paco vuelve a marcar y a sonar el móvil) ¿Qué?

PACO: Oye Paco, que se ha cortado...

TIO DORMIDO: (Desquiciado) ¡Que no soy Paco! ¡Que no conozco a ningún Paco! ¿Me oyes hijo de puta? ¡Son las putas tres y media de la mañana! ¡Como vuelvas a llamar te juro que te mato, desgraciado!

PACO: ¡Joder Paco, cómo estás hoy! Ya te llamo mañana. (Cuelga)

TIO DORMIDO: ¡No! ¡No! ¡Ni se te ocurra, cabrón! Ni se te ocurraaaaa (Llora...)

NARRADOR: Jueves 4:54 de la madrugada.

(Suena el móvil. El TIO DORMIDO se despierta, mira la hora y llora. Deja de sonar el móvil, pero a los pocos segundos vuelve a sonar).

TIO DORMIDO: ¡¿Qué?! ¡¿Qué?! ¡¡¡¿Qué coño quieres de miiiiii?!!!

PACO: ¡Hola! Soy Paco. ¿No habrá llamado alguien preguntando por mi?

(Un variopinto grupo de Skinheads, clows y ministros de hacienda sale corriendo y se descojona en la cara del TIO DORMIDO)

NARRADOR: Y ahora, con todos ustedes, un maravilloso número musical (En cuanto acaba de decir la frase, alguien le da una patada en los huevos y lo deja jodido y dolorido, retorciéndose en el suelo. Suena imagina, de Lennon al piano, y alguien canta):

ALGUIEN: Te han pateado los huevos / ay, qué dolor, qué dolor / tendrás que comprarte unos nuevos / o comerte una coliflor...

CORO: Te han pateado los huevos / nos gusta verte sufrir / tirado ahí por los suelos / sabemos que quieres moriiiiiiirrrrrrr....

Uuuuhhh uuuuh... (etc. etc. van saliendo, y arrastrando al narrador con ellos mientras las voces se apagan en un arrullo).


jueves, 15 de abril de 2010

La guerra y Appert

Corría el año 1800 y Napoleón tenía un problema. Bueno tenía varios, empezando por ser un cabrón bajito con más mala leche que estatura, pero el problema al que nos referimos es que tenía que enviar tropas por esos mundos de dios a través de muchos kilómetros de territorio hostil. Esto que suena tirado de hacer sobre el papel (¡diantres, es Napoleón! ¿acaso hay algo que no pueda hacer?) presentaba algún que otro inconveniente logístico. A saber: ¿De dónde sacar comida para alimentar a todos esos miles de soldados hasta que lleguen a su destino? ¡Diablos, que peleén por ella! ¿Acaso no son soldados? Lo hicieron. El problema es que al final, cuando llegaban a Rusia, llegaban la mitad y de ellos, la mayoría desnutridos.
¡Cielos, cielos, cielos! gritaba Napoleón por su despacho (solo que en francés, claro, osea, alargando las oes, en algo así como "cieloooous") mientras pensaba en los enfants de la patrie y todo eso. ¡Pues si no consiguen comida que se la lleven puesta! Y allá van otra vez diez mil o veinte mil elegantes soldados, cargados esta vez con varios kilos extra de deliciosa comida francesa (tappers con las albóndigas de mami, todo eso) que a los pocos días eran (menos) kilos de comida francesa sin rastros de deliciosidad y a las pocas semanas eran (aún menos) kilos de olorosa materia orgánica en descomposición.
Podemos ahora imaginar a Napoleón subiéndose por las paredes, mandando guillotinar ministros, subsecretarios, arrojando criados por las ventanas... en fin todas esas pequeñas cosas hermosas que se permitían los ilustrados cuando eran pasto de la ira.
Total que en plena desesperación, Napoleón saca un edicto en el que asegura que recompensará con 12000 francos (una barbaridad de pasta) a quien idee un sistema para prolongar la vida útil de los alimentos.
Y ahí entra en juego nuestro brillante protagonista: Nicolas Appert, maestro confitero parisino que durante años se dedicó a investigar sobre el tema, hasta que en 1811, describe el método llamado Appertización, consistente en introducir el alimento en un recipiente herméticamente sellado y calentarlo hasta ebullición durante varios minutos. Appert no supo nunca por qué, pero su método funcionaba.
¡Oh, la, la! decía ahora Napoleón. ¡Pog fín! ¡Pog fin! ¡Ahoga sí que sí! ... tampoco le sirvió de mucho.
Sin embargo, el método se popularizó debido a lo fácil que era de realizar y aún hoy se usa para las conservas caseras.
Años más tarde, Pasteur pondría las bases científicas que sostenían el método demostrando que el calor mataba a los microorganismos responsables de la degradación del producto, y propuso "su" propio proceso (Pasteur era así de ególatra) al que llamó Pasteurización, y que también hoy se sigue usando para muchas cosas.
No mucho más tarde, con la invención de la lata y el método de Appert, nació la industria conservera actual. Y hoy por hoy, con algunas variaciones respecto al protocolo original (más temperatura, menos tiempo, mejor conservación), la apertización (con una sola p en castellano) sigue siendo el método más usado para la conservación de alimentos.

Como reflexión final... es acojonante lo mucho que avanza la ciencia en tiempos de guerra, ¿verdad? Debe ser que el sentir el aliento de la muerte en el cogote aguza el ingenio.

miércoles, 14 de abril de 2010

La muestra de teatro universitario

Un año más, ahí estamos, dándolo todo. Reivindicando nuestro sitio. Bueno, gracias a dios, más que reivindicar, ahora estamos por fin empezando a asentarnos en ese sitio. Aún queda un largo camino, pero creo con la realización ininterrumpida de una muestra de teatro desde 2005, empezamos a hablar de consolidación. Del mismo modo que podemos hablar de consolidación del proyecto de Electra. Ahora estamos donde teníamos que estar. Saben que existimos y están dispuestos a tenernos en cuenta. Hemos tenido cierto impacto mediático en los últimos días y gracias al Electra Night Live, empezamos a ser habituales en los círculos culturales de la ciudad. Empezamos a conseguir que todo el que hace teatro en Salamanca nos conozca. Empezamos a ser alguien.

Y ahora toca demostrar por qué. No nos engañemos. Seguimos verdes. La calidad sigue siendo baja, tanto a nivel artístico como a nivel técnico. Pero estamos a años luz de lo que éramos hace apenas dos años. De momento somos capaces de proyectar, planificar y ejecutar un proyecto. Detectamos nuestras carencias y trabajamos en cubrirlas. Hemos ampliado nuestros horizontes.

Sin embargo, no debemos quedarnos ahí. Debemos seguir avanzando, seguir apostando por la calidad. Debemos seguir demostrando que sabemos dar la talla a nivel artístico y a nivel organizativo. Este es nuestro momento. Tenemos que rendir cuentas de un proyecto con proyección de futuro. Tenemos que dejar claro que hoy estamos aquí, y eso ya es un logro, pero que aún podemos ser más y mejores. Y lo vamos a lograr.

Por eso necesitamos tu apoyo. Toda esta semana actuaremos en el Auditorio Fonseca a las 21 horas. La entrada será con invitación que se podrá recoger 30 minutos antes en el propio auditorio. No nos falles, y prometemos no fallarte.


Día 15, Jueves. A las 21 horas en el Auditorio Fonseca.

Ultreia presenta “Rojo Sepia”, de Berta Joven


La noche de San Juan, Samira, empleada en una frutería del Mercado Central de Salamanca, encuentra una medalla en una caja de cerezas. A partir de ahí comienza a descubrir el misterio de la vida de María, una chica que trabajó en la misma frutería que ella cincuenta años antes. El mundo de las compañías de revista musicales y el Mercado Central de Salamanca en la década de los cincuenta se mezclan a través del personaje de María y un camerino del Teatro Bretón. Una enigmática profesora de Lengua es la única fuente de respuestas y el enlace de Samira con la vida de su análoga. Dos vidas paralelas en épocas distintas que tienen en común el destino y el
color sepia de las fotos antiguas


Día 16, viernes. A las 21 horas en el Auditorio Fonseca.

Eterno Teatro presenta “La vida es teatro”, de Andrea de Cea


Música, baile, actuación y escenas cotidianas, por desgracia, demasiado comunes, se mezclan en una obra cargada de teatro en estado puro. Grandes dosis de realidad vistas desde un escenario que actúa de espejo de la vida.


Porque en el teatro todo vale, pero no siempre es ficción lo que se enseña, os invitamos a disfrutar con nosotros de este teatro que es la vida, porque…


Día 17, sábado. A las 21 horas en el Auditorio Fonseca

Inercia Teatro presenta “Manual Abreviado del Perfecto Budista”, de Héctor Toledo


–¿Dónde?

–Dorhara. Es un monasterio en el Tibet. Quiero ir a conocer al autor de este libro.
–”Manual abreviado del perfecto budista” ¿Al autor de un libro de autoayuda que te venden en el chino por tres euros?


Luque se va a morir. Cierto, tiene treinta años y está en la cima, pero el cáncer no perdona. Y ahora ha descubierto que pertenece a una generación que apostó fuerte por el futuro... y ahora resulta que no hay futuro. Y mientras trata, sin éxito de colgarse de la lámpara, descubre que quizá sí que haya un futuro después de todo. Pero para ello tiene que llegar primero al Tibet. Y no puede ir sólo.


Manual abreviado del perfecto budista es la historia de un viaje. Un viaje a ninguna parte, sin rumbo, sin destino. Igual que la vida. Un viaje, en definitiva, para reencontrarse con todas esas pequeñas tonterías que hacen que la vida valga la pena


Día 19, lunes. A las 21 horas en el Auditorio Fonseca

Teatro Lunático presenta “Estocolmo” de Catalina García


Hace frío en la violencia.

Cinco personajes en escena, dos tiempos narrativos distintos, tres espacios superpuestos y tres hilos que se anudan, o se enredan, para intentar llegar al meollo del asunto: ¿Qué es “libertad”?


Estocolmo es un ensayo teatral que pretende indagar en nuestra idea, individual y social, de libertad, tomando como punto de partida una situación de secuestro como escenario límite. El horror que acciona la violencia de una situación tal es el desencadenante de una trama argumental tejida en torno a la pregunta sobre la realidad de las muchas libertades posibles y sobre la necesidad de redefinir el concepto “libertad” en una sociedad cada vez más expansiva y voraz en los recursos de su individual hedonismo.


Día 20, martes. A las 21 horas en el Auditorio Fonseca

Nivel 6 presenta “Teatro a la cama con esposas y fusta”


Esta comedia absurda está conformada por varios sketches que se entrelazan con la vida de los actores cuando no están actuando. La teatralidad se une a la meta-teatralidad para crear una obra llena de humor absurdo con toques de sarcasmo que no dejará indiferente al espectador.
El grupo nivel 6 está compuesto por tres actores, Carlos, Álvaro y Juan. Después de muchos años trabajando independientemente en el mundo del humor, por fin deciden juntarse para formar un grupo con mucho nivel, concretamente el 6.

martes, 13 de abril de 2010

El lamentable espectáculo del sábado

Ni Cristianito, ni el pipita, ni nadie. Por no jugar no jugó ni casillas, que tiene delito. Y yo en casa, hirviéndome la sangre y echando pestes de que el Madrid no fuera capaz de ganar al Barsa ni por mi cumpleaños. Y encima teniendo que aguantar los olés y los viscas de una muchedumbre enardecida que tomó las calles de este triste lugar al asalto cuando quedó claro que habían conseguido humillar una vez más al Madrid en el Bernabeu. No quiero pensar cómo estaría Barcelona y la plaza Canaletas, si tenemos en cuenta que aquí tuvo que salir la policía a la calle y cortar la rambla para que la gente pudiera celebrar que habían vuelto a ganar en el feudo enemigo. Muy a mi pesar, claro, que, cabizbajo y apesadumbrado caminaba echando pestes por la calle de Messi, de Guardiola y de la madre que los parió a todos. Yo que me había hecho la ilusión de poder ser un triunfal infiltrado en territorio hostil, de repente me había convertido en un paria, un desertor avergonzado de haber hecho bandera de un bando que había resultado ser tan justamente perdedor.
Y para colmo, el Salamanca perdía, y se metía en descenso.
Maldita sea... el mundo se derrumba. Voy a ver si elijo un sitio bonito y me construyo una ermita.

domingo, 11 de abril de 2010

A ratos

Bueno, últimamente esto anda un poco abandonado, pero es que llevo una semana un poco liadilla, empezando a estudiar y todo eso.
De momento, y para ir animando el cotarro, dejo la viñeta del Erlich hoy en el País (se ve un poco mal, pero si picáis en la imagen se agranda y se ve bien)Verdad más gorda no existe. (¿Abrimos debate?)
Un abrazo. A ver si la semana que viene, empiezo otra vez con cosas interesantes (insisto en que se admiten peticiones)

jueves, 8 de abril de 2010

De nuevo

Aqui estamos otra vez... de nuevo en ruta, de nuevo viendo pasar las horas durante las clases insulsas y aburridas. De nuevo perdiendo el tiempo en callejones sin salida. Y a pesar de todo, esta vez lo enfoco con una mentalidad más positiva. Quizá porque ya es primavera ahí fuera (y no sólo en el Corte Inglés), quizá porque ahora sólo me esperan algo más de 15 días aquí antes de una fugaz escapada a tierras charras, quizá porque me estoy endureciendo... pero ahora me siento un poco más fuerte por aquí.
Y a pesar de ello sigue sin gustarme este lugar. Las más de 100 salidas desde la autopista que hay en los últimos 100 kilómetros me hacían reflexionar sobre la atroz vorágine de gente y lugares que se despliega por aquí. Una vez pasada Lleida, ya es imposible encontrar campo abierto, y no por la orografía, sino por la brutal acumulación de poblaciones, polígonos industriales e infraestructuras humanas que tachonan el recorrido. Y eso hace sentir a uno como si estuviera necesariamente en un lugar de paso. En la clase de lugar al que uno se va a trabajar, o a hacer algo importarte, pero no al lugar al que uno va para quedarse. No se si me explico... no es la clásica estampa que uno asocia con su jubilación. Realmente, no ya la ciudad, sino toda la provincia tiene un aire de gigantesco polígono industrial, de gran centro de negocios, de gran centro comercial. Un lugar que te impone un ritmo y un nivel de vida y consumo incompatibles con la vida tal y como la conocemos. La sensación es que aquí no se vive, sino que se está de paso.
Podéis llamarme pueblerino, podéis decir que si no tengo mundo, que si las grandes ciudades ofrecen desarrollo social, cultural... pero no me convenceréis. Quizá las grandes cosas se hagan en las grandes ciudades, pero la vida de todos los días, se hace mucho mejor en las pequeñas.
Una de las cosas que todo el mundo odia de Salamanca es que es imposible salir a la calle y no encontrarse con alguien conocido. Yo digo que si eso es un problema, bendito problema. Me parece desde luego preferible a sentirse un completo desconocido en medio de un millón de desconocidos. Claro que también entiendo que es cuestión de gustos...
Mañana más y mejor