domingo, 28 de febrero de 2010

La boquería

Ya sé que algunos, después de los últimos tres post, ya pensáis que esto se ha convertido en un blog temático, pero no es así. Hay que ser bastante imaginativo para sacarle partido a esto de la biología desde una perspectiva que vaya más allá de los aspectos técnicos. Así que sólo escribiré sobre ello cuando encuentre algo interesante, y no como norma. También porque supongo que de los tres o cuatro que leeis este blog, al 75% os la sudarán las bacterias y las visicitudes epistemológicas del conocimiento biológico (toma frase).
Así que voy a hablar de otra cosa.
Ayer fui al mercat de la boquería. Chachi piruli. Os juro que jamás soñé que llegaría a ver semejante cruce entre un mercado de barrio y un centro comercial... A ver cómo lo explico... Hay fruterías, sí, pero de diseño. Hay fruta, sí, pero su objetivo es más llamar la atención que venderse. En las fruterías no venden fruta. Venden productos derivados de primera mano. Me explico. Venden zumos, granizados, ensaladas de frutas, postres de frutas... En las carnicerías, apenas venden carne, sino embutido. Hay un par de bares dentro del mercado, y un par de Take away. Hay una chocolatería artesanal, puestos de frutos secos y exóticos, fruta confitada, manzanas de caramelo... Por dios, ¡si hasta las pescaderías huelen bien!
Y claro, también hay riadas de turistas. ¿Es un mercado o un centro de ocio?
Es increíble cómo se reinventan los sitios marcados por la actividad económica. Cuando me dio por levantar la vista, vi un enorme cartel que me exhortaba a hacerme la tarjeta Boquería Club, para acumular un 1% de descuento en todas mis compras en el mercado. Después de aquello me quería caer de culo.
Poco después pensé en Paris y en cómo todo el mundo dice que se ha convertido en un parque de atracciones para turistas. Y en Venecia, en donde según sus propios habitantes, vivir es un infierno debido al turismo. Y cuando miré la riada de idiotas con cámara de fotos que bajaban por la rambla, me estremecí ligeramente pensando lo poco que quizá le falte a esta ciudad para que le pase lo mismo. Hace no demasiado, lei en alguna parte el concepto de "turismo sostenible" que se resume en poner el cazo para vivir del turismo, pero sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para simplemente "vivir". Recuerdo que en The Royal Mile, en Edimburgo, una calle llena de tiendas de recuerdos, se escuchaba más castellano que inglés.
El turismo masivo da de comer a mucha gente, pero mata a las ciudades.

sábado, 27 de febrero de 2010

Ehrlich, el Salvarsan y el ogro capitalista

Cuando a finales del siglo XIX, empieza a quedar claro que las enfermedades infecciosas están producidas por microorganismos, médicos de todo el mundo se empiezan a preguntar cómo combatir a esos microorganismos. Algunas de las mayores aportaciones de aquellos años fueron las de Semmelweis, médico que dedicó su vida a pregonar las virtudes de lavarse las manos entre paciente y paciente; Lister, que propuso hervir el instrumentar tras cada intervención; o la de Florence Nightingale, a la que se le ocurrió la brillante idea de cambiar las sábanas de las camas entre paciente y paciente.
SIn embargo, estas medidas prevenían, pero no curaban. Para la comunidad científica resultaba evidente que cualquier compuesto que matase a las bacterias, mataría también al paciente. Bueno, era evidente para todos, excepto para un alemán llamado Paul Ehrlich, que hablaba de "la bala mágica", un compuesto que atacase selectivamente al patógeno, y no al paciente. Obviamente nadie le hizo mucho caso.
Sin embargo, él no se desanimó y durante varios años se dedicó a fabricar compuestos y a probarlos en animales infectados de sífilis (que en aquel momento mataba a bastantes miles de personas todos los años), hasta que en 1905, cuando experimentaba con el compuesto 606, comprobó que funcionaba. ¡Albricias! ¡Eureka! Se acababa de poner la primera piedra de la medicina moderna, y se acababa de descubrir el primer agente quimioterapeútico, la primera medicina.
El mundo debería haberse puesto a los pies de este hombre. Sin embargo, pronto, muy pronto, cientos de curanderos, charlatanes, chamanes, brujas y vendedores de remedios milagrosos, vieron la inminente caida de su negocio, e iniciaron una feroz campaña de desprestigio contra Ehrlich, aliándose con sectores antisemitas (era judío) y con una gran cantidad de médicos envidiosos. El resultado fue el del desprestigio más absoluto del Salvarsán, un medicamento eficaz para tratar la enfermedad en etapas tempranas, pero que tenía el inconveniente de ser un derivado del arsénico. Un fallo al administrar la dosis podía ser mortal. Podéis imaginar lo que pasó en cuanto murió el primero...
Ehrlich murió unos años más tarde, hundido y amargado, huyendo de los constantes ataques contra su persona. Sin quererlo había revolucionado la medicina, y había creado un atroz monstruo... la industria farmaceútica. Los mismos cabrones que le habían hundido, no tardaron en mezclar el Salvarsán con sus potingues y remedios milagrosos. Fue el primero y más flagrante caso en el que el dinero primó más que la salud.
Hoy en día... ¿para qué vamos a hablar de las mil y una atrocidades cometidas por la industria del medicamento? No hablemos del Dr. Patarroyo y de toda la mierda que se creó en torno a la vacuna de la malaria (poco eficaz, sí, pero de momento la mejor que hay... y cuya patente está cedida a la OMS y no en manos de una farmaceútica) o la increíble "pandemia" de gripe A que ha hecho de oro a Novartis (entre otros muchos).
Os dejo un video que, aunque tendencioso, ofrece datos reales. Juzguen ustedes mismos.

jueves, 25 de febrero de 2010

¿Vivos?

Desde tiempos inmemoriables, es decir, lo que viene siendo desde hace un buen puñado de años, los naturalistas se vienen preguntando invariablemente acerca de qué es la vida. ¿Qué es lo que hace que un determinado grupo de moléculas estén vivas, y otras no? Al fin y al cabo son moléculas, ¿verdad? ¿O es que acaso existe algo que podríamos llamar alma o fuerza vital?.
Bien, durante muchos años, se pensó que las plantas eran objetos inanimados, hasta que alguien dijo. "Hosti tu, si crece..." Después llegó la edad media, etc, etc. Hasta que en el siglo XVI, Robert Hooke descubre las células. Después se desarrolla el microscopio ya en condiciones, y se llega a la conclusión de que los seres vivos están formados por células. Bien, hasta aquí, todo correcto. Ningún problema. Ahora bien... Esto lleva a una segunda pregunta, aún sin respuesta. ¿Cuál es la esencia de la célula? Es decir, si yo cojo una célula y le empiezo a quitar cosas... ¿en qué momento puedo dejar de considerarla un ente vivo?
Y luego están los virus. Amigos, los virus son el culmen de la duda. Un virus es esencialmente un pedazo de material genético rodeado de un puñado de proteínas y eventualmente, también de una pequeña membrana. Hay virus ridículamente simples (Hablamos de 3 genes), y precisamente, debido a su simpleza, no les queda otro remedio que vivir parasitando células. Los virus entran en el interior de las células y se adueñan de su maquinaria molecular (algo así como las fábricas y los medios de producción de la célula) y la usan para reproducirse ellos. Se suele decir que son parásitos, pero en realidad lo que hacen es muchísimo más simple que cualquier otra relación parasitaria al uso.
Y en el caso de las células, podemos suponer que empiezan a estar vivas cuando se hacen suficientemente complejas. Y aquí empieza a funcionar el holismo: el todo es más (mucho más, en realidad) que la suma de las partes. La interrelación de suficientes moléculas, genera patrones de organización con capacidad adaptativa y autorreplicante, es decir, seres vivos. En esencia, la vida se podría definir como un proceso caótico desde el punto de vista matemático. Demasiado complejo para ser explicado y predicho.
Ahora bien. Luego están los virus. Tres genes, una proteína, y ahí los tienes dando por saco. Y lo que es peor, con capacidad adaptativa (evolucionan) y autorreplicante (aunque para ello necesiten parasitar una célula). Visto esto, volvemos al principio. ¿Dónde empieza la vida?
Conocemos el proceso que origina las células. Pero no tenemos ni idea de dónde coño salen los virus. Existen tres teorías:
  • Teoría de la regresión: Es posible que los virus fueran pequeñas células que parasitaban células más grandes. A lo largo del tiempo, debido a su tipo de vida parasitaria, muchos de sus genes se hicieron innecesarios, con lo que la evolución los fue eliminando. Las bacterias Rickettsia y Chlamydia son células vivientes que, como los virus, sólo pueden reproducirse dentro de otras células.
  • Teoría del origen celular: Algunos virus podrían haber evolucionado de fragmentos de ADN o ARN que "escaparon" de los genes de un organismo mayor. El ADN fugitivo podría haber provenido de plásmidos (fragmentos de ADN que pueden moverse entre células) o transposones. Estos son moléculas de ADN que se replican y se mueven a diferentes posiciones en el interior de los genes de la célula. Si bien, no falta quien afirma que es precisamente al contrario, y este tipo de elementos proceden de los virus.
  • Teoría de la coevolución: Los virus podrían haber evolucionado directamente, al igual que las células a partir complejas moléculas de proteínas y ácido nucleico, al mismo tiempo que aparecieron las primeras células en la Tierra, y habrían sido dependientes de la vida celular durante muchos millones de años. Apoyando esta teoría están los viroides, que son virus incompletos que necesitan parasitar la acción de otros virus para poder replicarse (esto es, rizar el jodido rizo).
Lo más fascinante es que los estudios genéticos más recientes parecen descartar la idea de que exista un origen común a todos los virus. Esto implicaría que, sea cual sea el increíble fenómeno que dio lugar a su existencia, se ha producido más de una vez a lo largo de la historia natural. Sé que es difícil de entender, pero cuando uno comprende la increíble inmensidad que encierra esa idea, una vaga noción de que existe un orden intrincado e inexpugnable que rige el destino del cosmos, empieza a sentirse sobrecogido.

¿Alguna idea al respecto?

miércoles, 24 de febrero de 2010

El milagro de la prodigiosina.

Domingo, día del señor en Bolsena, Italia. Año 1263. Es un día especial, puesto que la misa en la iglesia mayor la va a dar un cura forastero, concretamente uno de esos bohemios librepensadores, que probablemente vendrá a verter sus heréticas dudas acerca del dogma de la transubstantación. Y para colmo se ha corrido la voz, de modo que la catedral hoy está más abarrotada de lo normal y la gente murmura por los rincones y los mentideros. Toda la población está nerviosa, lo que incluye al obispo que esta noche estuvo rezando en privado para que ese maldito sacerdote no meta la pata y provoque algún escándalo.
La misa avanza sin contratiempos. Muy correcta, fervorosa incluso. Y llegamos al momento crucial. El sacerdote coloca el cáliz, el vino y abre el sagrario. "Sacrilegio" murmuran algunos por lo bajo. "Que no ensucie con sus manos de hereje el cuerpo de Cristo". El sacerdote introduce su mano en el oscuro receptáculo de madera... y la retira asustado. Mira sus dedos. Están rojos. La catedral enmudece. Tragando saliva, vuelve a meter una mano temblorosa en el sagrario y saca la sagrada hostia... cubierta de sangre. Traga saliva. Debe ser una broma. Estos malditos me han tendido una trampa y han dejado sangre aquí para confundirme. Así que la aparta con cuidado, y saca una segunda hostia. Esta está limpia. Sonriendo la alza y comienza con el ritual. "Bendito seas señor..." y reprime un grito. Allí, ahora que la luz incide en el ángulo correcto, se puede apreciar un pequeño circulo rosado en el centro de la hostia, que gana intensidad momento a momento. Él lo ha visto, el pueblo lo ha visto. Los feligreses reprimen un grito y caen de rodillas gritando "¡Milagro! ¡Milagro!". Al sacerdote le tiemblan las manos, cae de rodillas. "Perdóname señor, por haber dudado. Perdóname señor". "Hoc est enim corpus meum..."

Esto, si bien está novelado, ocurrió realmente. Ahora, como cabría esperar, el milagro, que un año más tarde fue decisivo para que el Papa Urbano IV estableciera la celebración del Corpus Christi, tiene su explicación científica.
Existe un bichito, muy simpático, llamado Serratia marcescens, ocasional patógeno intestinal y causante de no pocas infecciones urinarias, al que le encanta vivir en lugares en los que tiene comida abundante, como los intestinos, la uretra, el pan, y eventualmente, ¿por qué no? en las hostias pendientes de consagrar. Se da la feliz coincidencia de que como consecuencia de su metabolismo, esta fabulosa bacteria, genera un pigmento pirrólico de color rojizo, que puede sintetizar en grandes cantidades y en periodos de tiempo relativamente cortos y que debido a su especial (y travieso) papel en numerosos milagros de este tipo, recibe el nombre de "prodigiosina". El pigmento de los prodigios, responsable de hacer llorar sangre a un número insólito de vírgenes de madera. Lo que no lograban las guerras, los desastres y los rezos desesperados de las viudas, lo lograba en apenas unas horas este amigable microorganismo.
Así que ya sabéis, ¿hartos de tratar de darle pena a la virgen del pueblo para que llore? La respuesta es ¡prodigiosina! Es rápido, limpio y barato. Muy fácil de usar. Y a precios muy económicos. Olvídese de esos complicados métodos con pinturas y sangre de animal... la prodigiosina es la solución de todos sus problemas. ¡No se lo piense más! ¡Haga llorar a su virgen! El camino más rápido hacia el paraíso.

Para que luego digan que la micro no mola.

lunes, 22 de febrero de 2010

Electra Night Live

Mañana a las 22.00, Electra Night Live vuelve a los escenarios. Será en el Café Berlín, y será el primer Electra que me pierda, como actor, y como espectador. Y eso sí que duele, porque adoro ese espectáculo. Adoro la idea y el concepto, y sabéis lo mucho que he luchado para que se haga realidad. Y lo ha sido. Y ha sido, sin duda alguna, el cemento de la asociación a lo largo de este año y medio. Realmente tenemos algo grande entre manos, pero aún hay que darle forma, y coño, cómo duele no estar allí para seguir haciéndolo. Y sí, ya sé que hay nueva sangre, y que el mundo no se acaba sin mi, y que Electra va a seguir adelante (por la cuenta que les trae), pero escuece mucho no participar.
Atrás quedan aquellas noches de vino y rosas en las que nos quedábamos en tanga, olvidábamos el texto, y hacíamos el capullo en general. Atrás quedan esas magníficas idas de pinza. El ENL ha sido la mejor plataforma de experimentación que he tenido en mucho tiempo, y la que, probablemente, más satisfaciones me ha dado. Parece increíble, pero uno nunca sabe dónde puede encontrar su propia mina de oro. Lo que iba a ser un proyecto pequeñito para promocionar el teatro universitario, se ha convertido en una de mis prioridades. Y aunque las escenas de inercia sigan llevando el sello inconfundible de mi mente perturbada, ya no podré estar allí para "respirarlas", para sentir el pulso y la vibración del público con cada carcajada, para marcar el ritmo y el compás mentalmente. Un gag, una pausa, otro gag. Acción, reacción. Ritmo. Ya no voy a poder sentir que durante esos breves minutos que dura la escena, estoy conectado con 60 o 70 espectadores con los que comparto el 100% de mis energías y de mis pensamientos. Es lo más parecido que existe a hacer el amor, pero bastante menos cansado y sin todos esos molestos fluídos. Y sin tener que decidir si volverás a llamar a la mañana siguiente.
En el fondo, el teatro es simplemente un camino para intentar compartir un pedacito de ti mismo con todo aquel al que le apetezca verlo.
En fin. Todos los que podáis, pasáos mañana por el Café Berlín. Los que no, pues allá vosotros. La representación se hará igual.
Y a todos mis eléctricos, y a mis chicos de inercia... bueno, sabéis cómo hacerlo. Así que sólo me resta desearos mucha mierda.

Fin de semana movidito.

Bueno, quizá alguno de vosotros estaba al día de la que supuestamente iba a ser mi visita a Carcassonne, este fin de semana. Ésta es una ciudad francesa que conserva el casco antiguo casi medieval, con sus murallas y todo. Vamos, algo así como Ávila, pero con un poco mas de glamour. Y con menos frío. Problema: 300 kilómetros. Así que no nos salía rentable ir y volver en el día. Así que decidimos rebajar nuestras aspiraciones. Cadaqués. En la frontera con Francia y con el parque natural del Cap de Creus allí al lado... en fin, un sitio como muy pintoresco y bonito... Bien finalmente ayer decidimos no ir a ningún lado.
Así que como me había quedado sin plan, pues llamé a Mabel, una chica que estudió bioquímica conmigo y que ahora está haciendo prácticas en el mismo sitio donde yo hago el máster. Y como resulta que no conocía Barcelona, pues la he sacado de paseo. Ayer fuimos a ver danza contemporánea (un espectáculo que hacía honor a su precio: era gratis) y luego por ahí de bares. Y esta mañana, fuimos al Parque Güell, donde nos hemos pasado una hora subiendo y bajando cuestas y escaleras. Y luego al CosmoCaixa, que yo me había quedado con las ganas de verlo entero. Tampoco lo he logrado hoy, pero después de tres horas y media, ya he conseguido verlo casi todo. De verdad, si alguna vez venís por Barna, no os lo perdáis. A ver si un día de estos cuelgo fotos y un video que he grabado.
Por lo demás, un poco más animado. Sigo echándo muchas cosas de menos, pero empiezo a asumir las nuevas rutinas. ¿Quiere decir esto que estoy feliz y satisfecho? No. Pero al menos tampoco me paso todo el día agobiado y mohino. De momento.
Una nueva semana se abre paso... ¿qué nos deparará? ¿Saldrá por fin el sol? ¿Conseguiré una balanza para pesar los ingredientes y hacer mi famoso bollo de chocolate? ¿Habrá un holocausto zombie? Y sobre todo... ¿recapacitarán de una vez todos los modernillos y se pasarán al rock duro?
Estas y otras interesantes respuestas en los próximos episodios de nuestro serial. ¡No se lo pierdan!

viernes, 19 de febrero de 2010

El Rey, en catalán.

Hoy una entrada cortita. He estado viendo hace un rato una peli española sobre el 23-F. Salía el rey, y hablaba en catalán. Ha sido bastante gracioso, la verdad. Todo ello después de haber estado indagando sobre la presencia del idioma en la tele. Por lo visto, todas las cadenas catalanas tienen por norma (supongo que interna) emitir sólo en catalán. Y traducen hasta la publicidad. Es supercurioso ver el típico anuncio de ricola, con los chinos con ese acento raro que ponen, pero en catalán. Y por lo visto, no debe haber muchos dobladores, porque ayer pasaban una peli con tios de 50, pero las voces sonaban de 30 o así.
Fuera de la tele, la gente habla muy poco catalán. A ver, entendámonos. Se habla bastante. Pero mucho menos de lo que nos hacen creer. Es bastante fácil escuchar a gente de allí hablando castellano entre sí. Mis dos compañeras de piso hablan castellano entre sí. Y eso que una es bastante independentista. Y luego es muy frecuente escuchar "Catallano", que como los más avezados ya habréis averiguado, es una mezcla de catalán y castellano en diversas proporciones, según la procedencia de cada uno.
Hoy un compañero del máster me preguntaba si estaba teniendo problemas con el idioma. La verdad es que, hasta la fecha, ninguno. La gente de a pie está tan acostumbrada al bilingüismo que no le dan ninguna trascendencia. Así que el catalán es, lamentablemente, un arma política. Esto, que ya sabíamos, queda claro en cuanto pasas unos días aquí. Y se nota mucho cuando ves canal nou (la tele valenciana), donde los programas en directo son en catalán (o valenciano, que dirían ellos), pero ni doblan las películas ni la publicidad. Claro, que en Valencia, el idioma no es una cuestión de estado. Allí se preocupan más por el lino y la seda.
En fin...
Bonna Nit!

jueves, 18 de febrero de 2010

Con la administración hemos topado

-Buenos días -le dije a la funcionaria de turno-. Mire, me acabo de mudar aquí por estudios, voy a estar 4 meses y quería que me asignaran un médico.
Ella me miró del mismo modo en que un naturalista mira un precioso ejemplar de hormiga aún desconocida después de una larga mañana infructuosa en el amazonas. O quizá del mismo modo en que un niño travieso mira alternativamente al gato y el microondas.
-Tienes que estar empadronado -zas. Ahí estaba yo, como un sin papeles, necesitando empadronarme para acceder a los servicios mínimos.
-Eh, no, no, quería darme de alta como transeunte o desplazado...
-Tienes que estar empadronado
Es acojonante el jugo que un funcionario bien entrenado le puede sacar a una única frase. Estoy convencido de que podría repetirla durante toda la mañana y en cada ocasión aportarle un nuevo y refrescante matiz. Fascinado, caí en la trampa.
-Pero es que no me puedo empadronar, porque sólo voy a estar 4 meses.
-Pues entonces no podemos hacer nada.
Mierda. Ya estaba. Había perdido. Ya no había nada que hacer. Cuando se trata de desarrollar excusas para no trabajar, no hay ser humano capaz de vencerles. Aún así el duendecillo tocahuevos que llevo dentro se rebeló.
-¿Y si necesito atención médica?
-Vas a urgencias.
-Ah.
Durante unos segundos sólo se oyó el llanto de un crío que estaba por ahí tocando los huevos. Esto siempre ocurre en cualquier centro médico y lo hacen para darle ambientación. Para que no olvides que estás en un sitio desagradable, contratan a madres que se pasan allí toda la mañana con un crio llorón.
-¿A urgencias? -reaccioné finalmente.
-Sí. Y te visitan sin problemas.
-¿Me visitan? ¿Vienen a casa?
-No, vas tu al hospital y te atienden.
Definitivamente me estaba vapuleando. Necesitaba un revulsivo, algo que cambiara las tornas. Algo para ponerla en dificultades... De repente se me abrió el cielo.
-¿Y si necesito una receta? -exclamé triunfal.
-Te la dan en urgencias.
-En urgencias no dan recetas -¡Zas! Ahora sí que sí. Me había anotado un tanto... o eso creía.
-Sí dan.
Dijo, y me sostuvo la mirada. De fondo, el crío llorando. Me estaba mintiendo a la cara. ¡Y sin pestañear! Por un momento estuve tentado de arrodillarme allí mismo, llamarla maestra y pedir que me enseñara su arte. Pero en mi interior, Mr Hyde pedía un cuchillo a gritos.
-Ya... ¿Y dónde puedo ir a urgencias?
-En cualquiera de los dos ambulatorios. Espera. ¿En qué calle vives?
-Francesc Macià.
-Entonces te corresponde el otro.
En aquel momento el niño se calló y juro que se podía oir a Mr. Hyde afilando el cuchillo. Fue un breve instante, una fracción de segundo en la que me pareció ver una leve sonrisa en la cara de perro de aquella mujer.
-¿Cómo que me corresponde?
-Sí, a tu calle le corresponde el otro ambulatorio.
-Osea que si tengo una urgencia, me tengo que ir al otro. Porque es el que tengo asignado.
-Exacto.
-Pero en realidad no tengo asignado ningún sitio, porque no tengo médico, porque no estoy empadronado.
-Hombre, puedes ir donde quieras, pero mejor que vayas al otro.
-Ah.
Decidí marcharme de allí para desilusión de Mr. Hyde que en aquellos momentos soñaba con pintar las paredes con la sangre de aquella tipa.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Anónimo

El sábado, mientras volvía con nocturnidad de una escapadita nocturna a la ciudad condal, me di cuenta realmente de la enormidad casi faraónica de esta ciudad. Durante 40 minutos de viaje sólo vi casas, casas, casas... urbanizaciones, chaléts, pisos... todo revuelto en una tortilla de carreteras, autopistas, ferrocarriles... Una enormidad difícil de asumir para alguien acostumbrado a cruzar su ciudad a pie. Me dio por pensar en la cantidad de vidas anónimas que había tras cada ventana. Y me di cuenta de estaba en un lugar donde la ciudad se había hecho más grande que sus habitantes. Sólo hay que ver el metro. Un lugar incómodo para todo el mundo. Donde la gente se esfuerza en no mirar a quienes le rodean. Entras, compartes 5 minutos con gente que no te importa lo más mínimo y sales de nuevo a fundirse en la gran masa anónima donde no eres nada ni nadie. Y tienes la sensación de que podrías simplemente desaparecer, y nadie haría preguntas. Es muy duro darse cuenta de que sin ti, nada se va a parar ni siquiera un instante. Nada va a hacer ni siquiera una pausa. Todo sigue adelante como si tal cosa. Hace frío.

martes, 16 de febrero de 2010

Primer día de cole

Bueno, pues ya está. Ya empezó. Ayer tuve la primera clase del máster. En realidad, las dos primeras clases. Y fueron... digamos confusas. Poca información inicial. Aún no tengo muy clara cómo es la evaluación, cómo se harán las prácticas... en fin.
El principal problema fue que las famosas "clases reducidas" son 40 personas. Porque sí, en el máster somos 10 personas, pero el problema es que cada una de las asignaturas está ofertada como un curso independiente, y los imparten en calidad de formación para empresas. Resultado, somos unos 40 en clase, de todas las edades, condiciones y formaciones. Ayer empezamos repasando una tinción de Gram (bueno, más o menos, porque realmente fue una disertación sobre aún no tengo muy claro qué). Y claro, supongo que para un Ingeniero técnico agrícola está muy bien. A mi se me queda pequeño. Por otro lado, luego nos dieron dos horas sobre normativa alimentaria... o más bien sobre "historia de la normativa alimentaria". Dos horas de siglas y números sin sacar nada en claro. En fin, espero que esto se entone, y pronto, porque no me gustaría haber pagado el pastón que he pagado para esto.

Y bueno, por otro lado, esta mañana he tenido una entrevista de trabajo para, flipa, Danone. Ofrecen unas prácticas en su departamento de I+D. Fui un poco a ver qué pasaba y me di cuenta de que realmente estoy entre los finalistas cuando la entrevista sobrepasó la media hora. La verdad es que creo que fue bastante bien. Aparte de las típicas preguntas sobre "tus mejores virtudes y defectos", esas que nadie sabe cómo contestar, tuve un punto crítico cuando me empezó a hablar en inglés. Pero creo que no me fue mal del todo. Fue una entrevista de manual, creo. Y es una lástima que yo nunca me haya leído un manual sobre entrevistas de trabajo. Pero bueno. Estoy en la fase final. En principio la semana que viene me llamarán para entrevistarme con el Director Técnico del departamento (o alguien con un cargo de estos que impresionan).

Y bueno, pues ya está. Estoy empezando a odiar los trenes... demasiado tiempo perdido.

lunes, 15 de febrero de 2010

Una semana durilla

Día 1: Al alba y con viento fuerte de levante, abandono Salamanca. Mi intención es cruzar la península de lado a lado y hacer noche en Barcelona, por otro lado, destino final de mi viaje. El dia pasa tranquilo, bajo una lluvia persistente que me persigue allá por donde paso y que me da menos de cinco minutos de tregua a lo largo del día. Así que Barcelona me recibe igual que me despidió Salamanca, y sin muchos visos de cambiar...
Así que bajo una lluvia pertinaz e inclemente, arribo a Mollet del Vallès. Resulta que olvidé todo lo que llevaba apuntado sobre los pisos en casa, así que me toca volver a mirar los teléfonos... en fin un lío. Visito 4 pisos. En uno de ellos, me recibe la dueña de la casa (unos 65) con un batín rosa y haciendo algo que quiero creer eran albóndigas. Descartado. Al final me quiero quedar con el primer piso que ví, pero como es algo tarde, decido llamar a la mañana siguiente. Craso error, a la mañana siguiente la habitación chachi ya estaba alquilada (se ve que el destino no va a tenerme piedad... no le culpo), así que me quedo con la pequeña, fría y oscura. Sigue lloviendo.
A pesar de que la habitación es... cómo decirlo... no demasiado acogedora, el piso está bien. Vivo con la que creo que es la dueña, de unos... ¿50? y con una chica de 27. Y aún falta por llegar la petarda que me quitó la habitación en el último momento.
En fin... duermo las dos primeras noches en Loreto's. En una habitación que rivalizaría con la mía en un concurso de zulos. Y encima me despiertan los putos críos de la guardería que hay debajo... Revivo entonces mis mejores fantasías infanticidas, pero me corto un poco... no quiero que me fichen los mossos (aún).
Bueno, la primera semana va pasando y se va haciendo dura... mucha nostalgia. Demasiadas cosas buenas quedan atrás... y demasiados cabos sueltos. Y pesa. Y aquí me siento tan extraño, tan ajeno... sin nada que hacer de momento, las horas no avanzan, se arrastran... dejan demasiado hueco libre para los malos pensamientos. El sábado se me hace odioso.
Gracias a dios, el domingo salgo de casa. Voy con Loreto y sus colegas al CosmoCaixa, un museo de ciencias de la fundación La Caixa y... bueno, decir que es una pasada es decir demasiado poco.
En fin. Así ha sido mi primera semana. Aún me estoy acostumbrando a los trenes (ayer domingo me tire más de una hora para ir al CosmoCaixa), a hacerme la compra... esas cosillas.
Bueno, no me voy a estirar más. Baste decir que ya voy un poco mejor de ánimo, y que seguiré dando la caca desde aquí.