lunes, 22 de febrero de 2010

Electra Night Live

Mañana a las 22.00, Electra Night Live vuelve a los escenarios. Será en el Café Berlín, y será el primer Electra que me pierda, como actor, y como espectador. Y eso sí que duele, porque adoro ese espectáculo. Adoro la idea y el concepto, y sabéis lo mucho que he luchado para que se haga realidad. Y lo ha sido. Y ha sido, sin duda alguna, el cemento de la asociación a lo largo de este año y medio. Realmente tenemos algo grande entre manos, pero aún hay que darle forma, y coño, cómo duele no estar allí para seguir haciéndolo. Y sí, ya sé que hay nueva sangre, y que el mundo no se acaba sin mi, y que Electra va a seguir adelante (por la cuenta que les trae), pero escuece mucho no participar.
Atrás quedan aquellas noches de vino y rosas en las que nos quedábamos en tanga, olvidábamos el texto, y hacíamos el capullo en general. Atrás quedan esas magníficas idas de pinza. El ENL ha sido la mejor plataforma de experimentación que he tenido en mucho tiempo, y la que, probablemente, más satisfaciones me ha dado. Parece increíble, pero uno nunca sabe dónde puede encontrar su propia mina de oro. Lo que iba a ser un proyecto pequeñito para promocionar el teatro universitario, se ha convertido en una de mis prioridades. Y aunque las escenas de inercia sigan llevando el sello inconfundible de mi mente perturbada, ya no podré estar allí para "respirarlas", para sentir el pulso y la vibración del público con cada carcajada, para marcar el ritmo y el compás mentalmente. Un gag, una pausa, otro gag. Acción, reacción. Ritmo. Ya no voy a poder sentir que durante esos breves minutos que dura la escena, estoy conectado con 60 o 70 espectadores con los que comparto el 100% de mis energías y de mis pensamientos. Es lo más parecido que existe a hacer el amor, pero bastante menos cansado y sin todos esos molestos fluídos. Y sin tener que decidir si volverás a llamar a la mañana siguiente.
En el fondo, el teatro es simplemente un camino para intentar compartir un pedacito de ti mismo con todo aquel al que le apetezca verlo.
En fin. Todos los que podáis, pasáos mañana por el Café Berlín. Los que no, pues allá vosotros. La representación se hará igual.
Y a todos mis eléctricos, y a mis chicos de inercia... bueno, sabéis cómo hacerlo. Así que sólo me resta desearos mucha mierda.

3 comentarios:

  1. Sólo decirte que se te echó de menos ayer en el Berlín, no sólo en el escenario sino también detrás de él.
    A la próxima tenemos un Striptease confirmado y aclamado por el público así que te tendrás que coger un vuelo, tren, grifo, camello o lo que quieras para estar.
    Besiños

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  2. bwana! como te echamos de menos ayer!! y deja de hablar como si hubieras muerto!!

    berta

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  3. Enano, te perdiste un gran guiño que nos hizo berta en un sketch en la biblioteca pidiendo el libro "Manual abreviado del perfecto budista" :D

    Se te echó MUCHO de menos el 24 (y eso que yo estuve en el "otro lado".

    Un abrazo pequeñin
    Dani

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