martes, 4 de mayo de 2010

Transgénicos (y 3)

Decíamos ayer, que uno no podía oponerse a los transgénicos por cuestiones de seguridad alimentaria (siempre que se lleven a cabo los controles normales que cabe esperar), pero que quizá el tema ecológico podría ser una razón para oponerse a ellos. Sin embargo, si hay una buena razón para estar en contra de los transgénicos (quiero decir, en contra del uso de los transgénicos, no de la tecnología en sí, ya que esto sería estúpido, del mismo modo que es absurdo oponerse a la energía nuclear, aunque puede ser admisible oponerse a su uso), es precisamente el componente socio-económico del asunto.
Trataré de ser breve. Actualmente, los cultivos transgénicos rinden más que los normales, en la mayoría de los casos. Eso hace que los agricultores quieran cultivar transgénicos, y para ello, tienen que comprar cada año, semillas a la multinacional de turno (recordemos que las semillas eran estériles por razones de seguridad ecológica). Esto genera una dependencia brutal, por no hablar de los brutales monopolios que se han generado en torno a algunos tipos de cultivos.
Ahora bien, el agricultor puede decidir no comprar y volver al cultivo tradicional. Bien, pensemos qué pasaría con, por ejemplo, un cultivo sensible a un determinado insecto, en medio de una marea de cultivos resistentes... ¡Bingo! No duraría ni dos telediarios. Y aunque durara, el rendimiento más bajo obligaría a subir el precio y el producto no sería competitivo.
¿Y si el agricultor a pesar de todo, decide volver a cepas "naturales"? Pues no siempre puede. Hace unos años, la todopoderosa multinacional Monsanto (nombre que la RAE debería plantearse incluir en el diccionario como sinonimo de "demonio" o quizá de "codicioso hijo de la gran puta") comercializó unas cepas de maiz que ofrecían un notable incremento del rendimiento, pues producían un herbicida de forma natural, al cual ellas mismas eran resistentes. Estas plantas, secretaban el herbicida al suelo, donde no crecía nada más, logrando una mejora considerable en su propio crecimiento. ¿Qué pasaba al año siguiente? Pues que o volvías a comprar las semillas a Monsanto, o no podías volver a sembrar nada en ese campo, puesto que el herbicida permanecía en el suelo durante años.
Ahora bien... entre los que apoyan los transgénicos se esgrime con frecuencia el argumento de que son nuestra mejor arma para eliminar el hambre en el mundo. ¿Es esto cierto? Pues sí, pero sólo a medias. Para acabar con el hambre en el mundo, no necesitamos transgénicos, sino voluntad política. La Tierra es capaz de alimentarnos a todos por ahora. Ahora bien, es cierto que ya somos casi 7000 millones, y en 10 años, seremos casi 8000 millones. Y a ese ritmo, es imposible.
En los 60, la "revolución verde" sacó de la pobreza a millones de personas. Esta revolución consistió en generalizar el uso de fertilizantes e insecticidas, pero también el uso de cepas seleccionadas genéticamente de trigo, arroz y maiz, que dieron excelentes resultados. Más recientemente, variedades transgénicas de arroz enriquecidas en beta-caroteno (vitamina A) han conseguido reducir drásticamente las frecuentes patologías que la carencia de esta vitamina provocaba en los niños del sudeste asiático.
Así pues... ¿son los transgénicos buenos o malos? Pues muy a la gallega, diremos que depende. Al final es como todo. Lo malo no es la tecnología, sino el uso que queramos hacer de ella. El problema, al final, es el mismo que con los medicamentos. En el momento en el que el desarrollo científico, tan básico y tan necesario como el bien común, se encuentra protegido por leyes de propiedad industrial, y es transformado en un artículo de consumo al servicio del sector privado, acaba convirtiéndose en una aberración repugnable.

3 comentarios:

  1. Hola
    Bueno, respecto a eso de que se necesita voluntad política... digamos que la voluntad política no sale de la nada. Para que exista se necesita que los ciudadanos comencemos a ser conscientes de que igual, los deberes con la pobreza, son eso, deberes, y no cosas voluntarias. Es decir, de que igual el hambre del niñito etíope tiene algo que ver con las medidas respecto al comercio internacional que se toman, entre otros lugares, en nuestro país.

    No sé cuales son los datos de la producción de vegetales en el mundo, pero me da en la nariz que bien utilizados podrían alimentar bien a toda la población mundial. Sin transgénicos ni nada. Claro, esto si no se utilizase un porcentaje altísimo del grano procedente de eeuu, y de otros países, en alimentar a las vacas eeuuitas para que los eeuuitas coman hamburguesas, y se utilizase más para venderlas a un precio justo por ahí.... Quizá eso no diera para que hubiera una situación justa de verdad (¿Quitar el hambre a los que se mueren de hambre sería ya una situación justa?) pero sería un mínimo comienzo.

    En fin, a veces dan ganas de decir... fiat justitia, pereat mundus.

    Así que sí, las consecuencias ecológicas y sociales de los transgénicos son una mierda. Quizá con un tren de vida algo distinto (bastante distinto) y otro reparto de la tarta...

    Bueno, dicho sea de paso, la reducción de la pobreza conlleva en un alto número de casos la destrucción del medio ambiente, pero eso es otra cuestión...

    Salud

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  2. Yo he dejado de creer en las propiedades que algunos atribuyen a LA SOJA. Yo empecé a comerla y ahora tengo hipotiroidismo ¿será por ella? Puedes leer la página DONDE PONE ESTO, a ver que te parece:
    “Miles de estudios clínicos, epidemiológicos concluyen que el consumo de soja está ligado a la malnutrición, problemas digestivos, hipotiroidismo, declive cognitivo, problemas reproductivos, debilitamiento del sistema inmunológico, e incluso problemas del corazón y cáncer” a ver que te parece: http://www.dietametabolica.es/sojaentrevista.htm
    Además, he leído en libros de "Equilibrio a través de la alimentación" que la soja “te secuestra” el iodo, el zinc y otros minerales haciéndote deficitario en ellos…
    Si a todo ello, añadimos que esa soja sea transgénica; pues apaga y vámonos, porque entonces va acompañada de tóxicos que fabrica la planta y de otros tóxicos herbicidas que la echan para cultivarla.

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  3. Bueno, despues de leer esa entrevista que mencionas, sospecho que en el fondo no es más que otro aprovechado más que quiere sacar pasta a base de teorías conspirativas.
    Efectivamente, hay algo de verdad en sus palabras... la soja puede potenciar hipotiroidismo (pero por los estudios que he estado consultando, sólo es significativo en caso de que ya tengas niveles muy bajos) y, todos los demás problemas mencionados se relacionan con el consumo continuado de leche de soja maternizada. El asunto es que si das a un crio leche de soja en vez de darle el pecho, puede que merezcas que te retiren la custodia.
    Por otra parte, esto es como todo... en Asia llevan muchos años consumiendo soja y están tan felices. El problema es que llegamos nosotros, nos creemos que todo el monte es orégano, le ponemos soja a todo, y al final, mire usted, problemas por todas partes. Pero eso no significa que la soja sea mala, ya que por esa regla de tres, uno puede comer aceitunas en cada comida todos los días y luego decir que es que las aceitunas son el diablo.

    Y respecto a que la soja transgénica sea peor que la normal... ya dijimos hace unos días que la seguridad alimentaria no es el problema de los transgénicos (siempre que se controlen igual que cualquier otro alimento) y a ese post, me remito.

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