jueves, 6 de mayo de 2010

Montserrat

Literalmente "Monte Serrado", el parque de la montaña de Montserrat se encuentra a unos 40 kilómetros de Barcelona en dirección Lleida. Cuando subes la montaña por una carretera estrecha y sinuosa, la vista es realmente impresionante, especialmente por su verticalidad y por sus caprichosas formas rocosas, en forma de "dedos" que algunos dicen que inspiraron a Gaudí para las torres de la Sagrada Familia.Desde el año 880, Montserrat ha sido el corazón espiritual de Cataluña. Cuenta la leyenda que unos niños pastores (¿qué tendrá la virgen con los niños pastores que siempre se les aparece a ellos?) vieron una fuerte luz en la montaña durante varios días, a la que acompañaba música celestial. Subieron y en una cueva encontraron una talla de la virgen. Alertado por ellos, el rector de Olesa, verificó el fenómeno e informó al obispo de Ripoll, que organizó una expedición para tomar la imagen y llevarla a Manresa. Según parece en el momento de tomar la talla, esta se hizo tremendamente pesada, lo que se interpretó como el deseo de la Virgen de quedarse allí. Construyeron una capilla, más tarde un monasterio...

En el siglo XI, alguien decidió sustituir la vieja talla por una mucho más moderna y bonita (dónde va a parar), que es el que actualmente se conserva. La llaman "la moreneta" debido al color negruzco que le ha dado la oxidación del barniz.

La fama llegó cuando en 1221, Alfonso X se inventa un par de milagros que atribuye a esta Virgen y lo pone en sus famosas Cantigas, lo que empieza a atraer al lugar peregrinos de toda la cristiandad. Viendo el éxito del lugar, los benedictinos del monasterio, que siempre se han caracterizado por no tener un pelo de tontos, empezaron a promocionarse y a vender la moto no sólo por España, sino por toda Europa. Un par de siglos después, crearon un coro de niños cantores (que aún existe) que iban de ciudad en ciudad cantando los milagros de la virgen. Así, en 1409, son declarados como abadía independiente, estatus que hoy en día conservan.

Sin embargo, a todo cerdo le llega su San Martín. El monasterio fue incendiado dos veces por las tropas Napoleónicas y en 1835, un grupo de liberales enardecidos desenclaustraron a los monjes e incendiaron el monasterio con motivo de la desamortización de Mendizábal. Aparentemente, a aquellos liberales en cuestión no les gustaba demasiado la evidente opulencia del monasterio, ganada a costa del peregrinaje.
Lejos de aprender la lección, cuando los monjes volvieron al monasterio, reconstruyeron uno aún más opulento, con una basílica que ha resultado ser probablemente la mezcla arquitectónica mas extraña que estos ojos han visto, con un diseño totalmente neoclásico (naves anchas, cúpulas bajas y sin nervación), y unos remates absolutamente barrocos (capiteles corintios con pan de oro, profusa decoración de varias capillas, enormes cantidades de mármoles de color), y una escasez de luz que sólo he visto en iglesias románicas. No faltan tampoco toques góticos, un coro (creo que se llama así) detrás del altar...

Si os hace ilusión, la podéis ver aquí. Y de paso veis la página web superfardante que se gastan los monjes.

Con ese resultado, sólo puedo pensar en un grupo de albañiles aprovechados que engañaron a los monjes (imaginadlos con el palillo en la boca... "hombre, si lo quiere así en plan simple... pero vamos, esto está pensao pa ponerle ahí unos adornos. Y si quiere poner ventanas, yo se las pongo, pero hombre, por ahí le van a entrar humedades, mire usté. Yo le hacía un murete y ya le pintaba luego encima...) o quizá un abad con demasiado dinero y fascinado con un catálogo de proyectos (me pones el abside como en esta iglesia, pero la fachada como en esta, y las capillas mejor de esta otra manera).

En fin, durante la guerra civil, 23 monjes fueron "martirizados" por el bando republicano y el resto consiguió unirse al bando nacional. Actualmente una capilla recuerda a los mártires de la guerra civil y un monumento ensalza al "Tercio de Nuestra Señora de Montserrat", de orientación Carlista.

Y hoy por hoy, el monasterio es lo de menos. Lo realmente importante son el hostal y los apartamentos para turistas, la tienda de regalos, el museo (donde se exhibe una momia egipcia, Dios sabrá por qué), los restaurantes, el parking, la entrada al monasterio, el centro de convenciones (que se alquila a empresas, por cierto)... ¡Ah, sí! También hay un teleférico y un tren cremallera para subir a la montaña (aunque por fortuna, creo que esto no es propiedad del monasterio)

Una persona suficientemente espiritual podrá dejarse en Montserrat unos 200 euros en un fin de semana de retiro. Pero al fin y al cabo, la paz espiritual no tiene precio, ¿verdad? Aunque tengas que buscarla entre el fragor de miles de turistas. Y al fin y al cabo, ¿a quién le importa hacer 1 hora de cola para ver a la virgen?
Yo siempre pensé que lo de los monasterios era una forma de hacer crecer espiritualmente a la humanidad, y no de hacer crecer económicamente a una iglesia cada día más lejos de la palabra de Cristo.

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