domingo, 2 de mayo de 2010

Otro día (aún más) tonto

9.00: Me despierto y reflexiono acerca de las razones de este hecho inusual.
9.01: Mi vejiga deja claro que si me he despertado ha sido por ella.
9.02: Meo.
9.03: Meo.
9.04: Joer que pedazo de meada...
9.05: Duermo.
13.30: Suena el móvil. Me cago en todo. Mabel dice que me invita a comer. Digo que vale.
13.45: Me vuelvo a despertar con la sensación de que tenía algo que hacer...
14.00: Ah, sí... he quedado a comer con Mabel...
14.15: Me ducho.
14.30: Mientras veo el motociclismo soy consciente de que algo no anda bien... tengo mala conciencia... ¿por qué será? ¿Tendrá que ver acaso con que llevo un par de días sin estudiar? Decido que ya pensaré en eso más tarde.
14.45: Bajo a comer. Convenzo a Mabel de ir a un bar extremeño en el que seguro que nos ponen buena comida.
15.00: Pedimos unas albóndigas y unos callos.
15.10: Nos traen la comida. Las raciones son escasas pero nos da igual, porque están que te cagas de ricas. Encima el servicio es bueno.
15.15: Hace sol
15.25: La vida es maravillosa.
15.30: Ponemos a los extremeños en un altar.
15.31: Nos traen la cuenta.
15.32: Nos cagamos en la puta madre de los extremeños y en toda su puta estirpe.
15.33: Después de pagar como 15 euros por dos tapas y 3 cañas, decidimos que tendremos que hacer algo para compensarlo. Esta tarde bajaremos a ver el museo de historia de Barcelona.
16.00: Vuelvo a casa con la intención de estudiar, pero... ¡maldita sea, hay tenis!
16.01: Alzo los brazos al cielo y profiero "Pues si el mundo no quiere que estudie no lo haré"
16.02: Veo el tenis.
16.50: La mala conciencia es insuperable. Apago la tele y me voy a estudiar.
16.55: Abro los apuntes
18.00: Me despierto sobresaltado.
18.01: Decido que ya es suficiente por hoy. Veo el tenis. Hago tiempo.
18.35: Cojo el tren y llamo a Eneritz. Se apunta a ver el museo.
19.15: Llegamos a Barcelona con el ánimo a tope, como si fuéramos los dueños. "¿Has visto?" "Ya vamos por el metro sin mirar"
19.25: Llegamos al museo. Acaban de cerrar.
19.30: Entramos en una exposición al lado.
19.45: Nos echan. Van a cerrar.
19.50: Damos un paseo hasta la playa.
21.30: Tomamos unas patatas bravas en un bar de chinos. Las patatas ya criaban canas y tenían el sabor de un aceite entrado en años.
22.00: Tomamos el metro en Barceloneta.
22.15: Llegamos al Passeig de Gràcia y hacemos el supermega transbordo de casi 10 minutos andando bajo tierra. No problema. Nuestro tren sale a las 22.35
22.30: Tomamos el tren.
22.40: Llegamos, para mi estupor, a una estación absolutamente desconocida. Una voz dice "Estació de França. Fin de trayecto" Alzo los brazos al cielo y profiero un grito "Noooooo" "¿Donde coño estamos?"
22.45: Descubrimos que estamos al lado de Barceloneta.
22.46: Me doy cabezazos contra la pared.
22.47: Un segurata me pide que deje de destrozar las instalaciones.
22.48: Decido acudir mañana a primera hora a pedir la minusvalía psíquica. Está claro que me sobra algún que otro cromosoma.
22.50: Volvemos a tomar el metro en Barceloneta. Volvemos a ir hasta passeig de Gràcia, hacer el supertransbordo (ya nos sentimos como en casa allí abajo) y volvemos al andén.
23.05: Tomamos (ahora sí) el tren correcto.
23.08: Temo por la vida de Mabel, que lleva 20 minutos sin poder parar de reir.
23.30: Llegamos a Mollet y descubrimos para nuestro horror que nos habíamos perdido el superconcierto de Adil el Muladil (el fucking Boss de la Valla de Melilla).
23.31: Consternados lloramos durante varios minutos.
23.35: Llego a casa.
23.45: Ceno.
23.59: Doy gracias a Dios porque se haya terminado el día, y procedo a escribir esto. Me da un tic en un ojo.

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