lunes, 10 de mayo de 2010

¡Ese albatros es gay!

Toda esta reflexión nace de este artículo del pais, que procedo a resumir.
En un centro de estudio de aves en Hawai, han descubierto que de unas 150 parejas de albatros (que es un bicho que se empareja de por vida), había unas 39 compuestas sólo por hembras. El albatros pasa unos seis meses sólo y después vuelve al lugar donde nació, se empareja (o busca a su pareja, si ya tenía), copula, y durante varias semanas el macho y la hembra se alternan para recoger comida e incubar el único huevo que estos animales ponen al año. La existencia de parejas homosexuales aparentemente estables pone en entredicho bastantes de los dogmas científicos acerca del objetivo biológico de la formación de una pareja.
Ahora bien, ¿qué hacen estos bichos? Aunque no se ha documentado aún, se cree que estas hembras podrían copular con machos esporádicamente (un aquí te pillo, aquí te mato, mientras no me vea la parienta) y de este modo conseguir huevos fecundados. Aunque quizás no todas lo consigan, pues la mayoría de los machos tienden a rechazar a hembras que no son las suyas. Al final de la época de celo, cada hembra pone un huevo, fecundado o no, y en el caso de las parejas de dos hembras, uno de esos huevos se incuba y el otro no, principalmente porque los nidos son demasiado pequeños. ¿Cómo deciden cual? No se sabe, pero los investigadores proponen que en un principio se turnarían, un año se incubaría el de una y otro el de otra, ya que no tendría ningún sentido que un animal renunciara sistemáticamente a reproducirse (aunque quizá este sea otro dogma que no tarde en saltar por los aires). Actualmente, la explicación más plausible para este comportamiento (del que se descarta que sea un proceso de socialización complejo, ya que son bichos por lo general bastante tontos), es que hay muchas más hembras que machos en la población, y ante la dificultad de ser madre soltera (es imposible ir de pesca e incubar un huevo a la vez), estas hembras optan por hacerse compañía mutua.
No obstante, comportamientos sexuales que podríamos definir como "biológicamente anómalos" (y no hablo sólo de homosexualidad) también se han descrito en otros animales. Por ejemplo, hace un tiempo se describió necrofilia en una especie de ánade. Y comportamientos homosexuales se han descrito en casi 500 especies, principalmente de aves y mamíferos, aunque esto quizá sea simplemente porque se estudian mucho más (apenas hay estudios sobre la -seguramente- excitante vida sexual del piojo común, por poner un ejemplo, aunque sí del caracol, que es hermafrodita y no sorprende a nadie). Y las explicaciones son variadas, aunque es cierto que en muchos casos, estos comportamientos han perturbado notablemente a los biólogos, bien por razones morales (homófobos siempre hubo), bien sencillamente porque se salía completamente de la biología evolutiva tal y como la conocemos hoy día. Y aquellos que parecen más expertos en el tema, sugieren que probablemente no exista una teoria unificada, ya que aparentemente podrían ser un montón de comportamientos sociales distintos, aunque aparentemente similares, y por tanto no se podría dar una explicación global.
Así, por ejemplo hay documentado un caso en moscas, en el cual parece ser que unos machos montan a otros, con el objetivo de cansar a los más débiles y que éstos no sean luego capaces de montar a las hembras, lo que daría a los primeros una ventaja evolutiva indirecta. También se ha propuesto que en el caso de, por ejemplo los delfines, sí que puede ser un comportamiento social más complejo con el objetivo de fortalecer las relaciones de amistad entre los machos jóvenes. Y aunque los científicos que se dedican a estudiar estos temas huyen de cualquier tipo de extrapolación al caso humano, parece que en el caso de nuestra especie, la función social sería la explicación más plausible.
Sin embargo, de momento no hay nada claro. Pero si algo sabemos los científicos es que las cosas nunca pasan sin que exista una razón lógica para que pasen, siempre dentro del marco de una teoría. A veces hay que agrandar ese marco, o deformarlo, o cambiarlo. Pero siempre hay, al final, una explicación que puede ser común para todos. Soy un firme partidario de las teoría unificadas (aunque no sé muy bien por qué, la verdad), y en ese sentido, la más interesante me la propuso un día un gran amigo mío, gay, y sin formación científica, que me sugirió que podría ser un mecanismo natural de control poblacional. Al loro.
Si en una población como la humana, el 10% de los individuos son homosexuales y no entran dentro del pool reproductivo, la población se reproduce menos. Faltaría ver qué pasaría con esto en una población en fase de extinción, aunque en principio el mecanismo no tendría por qué no seguir funcionando igualmente (y si te extingues, te jodes, haber espabilado).
Ahora bien, estas malditas albatros bolleras que a pesar de todo, se reproducen, parecen contradecir tan hermosa teoría. Pero no es cierto. Quizá se reproducen, pero se reproducen mucho menos, que si fueran heterosexuales. Primero, porque no todas son fecundadas, y segundo, porque si en una pareja son fecundadas las dos, sólo uno de los huevos irá a término.
La naturaleza es sabia, hermanos. Aunque claro, aún estamos en la fase de las teorías...

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